El sueño de muchas mujeres es tener una piel perfecta, lo que la ha llevado a recurrir a métodos exfoliantes para limpiar y tonificar el cuerpo y dar un borrón y cuenta nueva a su piel. Pero lo que no saben es que una mala aplicación del tratamiento puede traer resultados contrarios a los esperados.
Barrer las células muertas.
La exfoliación, también conocida como peeling, es una limpieza profunda que desintoxica la epidermis y la oxigena desapareciendo aquellas impurezas de la piel dejándola sana y rejuvenecida.
En el mercado existen diferentes tipos de exfoliaciones, unas más agresivas que otras, pero se recomienda que antes de optar por alguna de ellas, se realice un estudio médico exhaustivo para saber si el tratamiento es compatible con nuestras necesidades.
Es importante tener en cuenta las siguientes advertencias antes de cualquier exfoliación:
• Aunque normalmente no se requiere de anestesia, algunas de las sustancias utilizadas no son recomendadas para personas que tienen problemas de corazón o insuficiencia renal.
• El proceso de exfoliación no va con las personas que tienen infecciones en la piel o problemas graves de acné.
• Un estudio médico previo puede salvarte de los estragos de alguna reacción alérgica a las sustancias que te aplicarán.
• El peeling químico no es recomendado a mujeres embarazadas o que tengan una lesión reciente en su piel.
"La gente piensa que el peeling es un tratamiento que le sirve a todos, pero lo que no saben es que en caso de tener un pronunciado problema de acné, al hacernos una exfoliación lo que estamos provocando es que la bacteria se esparza por toda la capa subcutánea",
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